El próximo año 2024, el país estará celebrando dos procesos
electorales y posiblemente tres, dependiendo si hay resultados de
primera vuelta o no en el mes correspondiente a mayo.
El 2023 es el año en el cual se crean todas las bases de lo que
sucederá en esos procesos como son: plazo de reservas de
candidaturas, de alianzas con otras fuerzas políticas, campañas
internas y elección de candidatos.
Soy de opinión que la ley electoral debe revisar el orden de los
plazos, pues, el primero en vencer es el de la reserva, que permite
hasta un 20 por ciento de los candidatos, y luego el plazo de las
alianzas; estas últimas son las que deciden la reserva y no las
reservas las que definen las alianzas.
Nos guste o no, todo parece indicar que aquí no habrá solución de
primera vuelta en la presidencial, ya que, al margen de las
encuestas que presentan por aquí y por allí, la realidad es que los
votantes están divididos en cuatro fuerzas: PRM, PLD, FP y el
cuarto y posiblemente más importante que es la masa que observa
indecisa, esperando ver el comportamiento electoral y de sus
dirigentes.
En un escenario como ese se hace inevitable hablar de acuerdos
electorales entre las fuerzas organizadas.
Seamos honestos, no se trata de estrategias políticas, es de pura
matemática.
Los partidos políticos tienen una estructura de diferentes niveles de
jerarquía y en las distintas instancias de sus organigramas existen
figuras que influyen unas más que otras, pero lo que debe estar
claro, es que Luis en su partido, Danilo en el suyo y Leonel en el de
él, son los líderes máximos.
No sabemos si lo están midiendo en sus estudios, si se lo habrán
dicho o simplemente se dieron cuenta, pero la inmensa mayoría de
los peledeístas y los pueblistas quieren una alianza entre ambos
que sería como el reencuentro.
Ahora bien, hay unas posiciones completamente erróneas, que se
han escuchado más en algunos dirigentes del PLD, de que para
hablar de alianzas será después.
Son más de 4 mil puestos electivos que se van a escoger en ese
proceso y eso es una carpintería que requiere de tiempo.
De no lograr febrero, las posibilidades de uno y de otro candidato
presidencial opositor se tornan muy difíciles.
Enfocarse en las candidaturas municipales y congresuales dejando
de lado por ahora la presidencial es el clave que viabiliza ese
acuerdo.
Lo que debe evitar a toda costa la oposición, es un titular de prensa
el 19 de febrero del 2024 que diga: PRM ARRASA o
GOBIERNISTAS ARRASAN, ese titular debe decir: OPOSICIÓN
ARRASA, ahí se estará definiendo el carril para las elecciones de
mayo. Es bueno saber que las masas van a buscar el lado de los
que ganaron, no de los que perdieron, esto al margen del impacto
psicológico.
Otro riesgo importante del no acuerdo que corren ambas
organizaciones es la posibilidad de acuerdos locales por doquier,
que al no estar organizados nadie puede medir los resultados y la
consecuencia de lo que de ahí pueda surgir.
Son muchas las observaciones que se pueden hacer si se da el
acuerdo y si no se da el acuerdo, pero lo que, si deben estar
conscientes las dirigencias de ambas organizaciones es que es la
mejor forma de sobrevivir ambas, derrotar su adversario común,
fortalecer sus estructuras, darle esperanza a su militancia y frenar el
éxodo de cualquier aspirante o actual funcionario electo que sea
tentado por las mieles gubernamentales.
Atención Leonel, atención Danilo, quiero terminar esta reflexión
haciendo referencia al cuento o fábula del Pozo de Agua, trata de
un pequeño reino gobernado por un rey, querido por todos, quien
siempre se hacía acompañar de su amigo, un sabio.
Allí había un único pozo de agua para consumir su gente, un día a
una bruja que iba de paso le negaron agua del pozo por ser
exclusiva para los del reino, al sentirse agraviada echó un
componente al agua, generando un descontrol en el pueblo que
llegó a la locura. Informado el rey de esto, fue a recorrer el pueblo
para percatarse de la situación, pero el pueblo al ver su rey, planteó
que este estaba actuando de manera extraña, lo que le hacía
perder el cariño de su gente. El rey pregunta al sabio qué hacer, a
lo que este tomó una vasija sacó un poco de agua y la tomaron, así
el pueblo volvió a creer en su rey, pues este se había curado.
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