Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico, de menos de cinco milímetros, que se originan en productos de uso común como ropa, embalajes y neumáticos y, una vez liberados en el medio ambiente, pueden viajar por el aire y terminar en lugares inesperados. Hay 1.000 micrómetros en un milímetro y, aunque pueda parecer pequeño, una cantidad suficiente de estas diminutas piezas puede tener un efecto descomunal.
Ya hemos detectado microplásticos en el agua potable, en los alimentos, en los insectos y otros animales (como las aves rapaces o los cetáceos), en el aire e incluso en nuestros propios pulmones y sangre. Ahora, en un nuevo estudio publicado por la Sociedad Química Estadounidense, un equipo de investigadores dirigido por el científico Yan Wang ha descubierto microplásticos en muestras de nubes del Monte Tai en el este de China.

Encuentran microplásticos en las nubes: ¿qué consecuencia puede tener para el clima?
En el cielo y en la tierra
La contaminación por microplásticos, observada anteriormente desde los océanos hasta las cimas de las montañas, ahora se ha detectado en las nubes, lo que genera preocupación sobre su posible impacto en los patrones climáticos. Los expertos han descubierto que las nubes más densas y a menor altitud contienen mayores cantidades de microplásticos, que consisten en polímeros comunes como el tereftalato de polietileno y el polipropileno.
“Los microplásticos (MP) en el aire tienen el potencial de viajar largas distancias y sufrir varios procesos de nubes a través del transporte atmosférico. Sin embargo, se sabe poco sobre las interacciones entre los MP y las nubes”, escribieron los autores del estudio.
¿Impacto?
¿Cómo podría afectar esto al clima de la Tierra? El descubrimiento, anunciado esta semana, podría conducir a una mayor formación de nubes, aumentando así las precipitaciones o condiciones más frías, pero los científicos dijeron que es necesario realizar más investigaciones. Los microplásticos representan uno de los peligros más graves al que se enfrenta nuestro planeta últimamente.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores recolectaron muestras de agua de nubes de la cima del monte Tai, cuyo pico roza las nubes y se eleva aproximadamente a kilómetro y medio sobre el nivel del mar. Los expertos analizaron las muestras recogidas bajo microscopios y con un espectrómetro para determinar la composición química del contenido de las nubes. ¿Qué descubrieron? Microplásticos en 24 de las 28 muestras.

Los microplásticos son persistentes, muy móviles y difíciles de eliminar de la naturaleza
Los investigadores descubrieron una correlación convincente entre la prevalencia de microplásticos y la altitud y densidad de las nubes. En particular, las nubes más densas y de baja altitud exhibieron concentraciones más altas de estas minúsculas partículas de plástico, según el equipo. La composición de los microplásticos reveló la presencia de polímeros comunes como tereftalato de polietileno, polipropileno, polietileno, poliestireno y poliamida.
La acumulación de AMP (microplásticos en el aire) en la atmósfera, especialmente en las regiones polares, podría provocar cambios significativos en el equilibrio ecológico del planeta, provocando una grave pérdida de biodiversidad. Los microplásticos se forman cuando los plásticos más grandes se descomponen, ya sea por degradación química o por desgaste físico en pedazos más pequeños. Cuanto más pequeño es un microplástico, más fácil puede moverse a través de los ciclos ambientales (como el ciclo del agua) y, en última instancia, terminar en el cuerpo humano, donde sus efectos siguen sin estar del todo claros.

Los microplásticos se encuentran en todo el mundo
“Los AMP se degradan mucho más rápido en la atmósfera superior que en la tierra debido a la fuerte radiación ultravioleta, y esta degradación libera gases de efecto invernadero y contribuye al calentamiento global. Como resultado, los hallazgos de este estudio pueden utilizarse para tener en cuenta los efectos de los AMP en futuras proyecciones del calentamiento global”, concluyen los investigadores en su trabajo publicado en la revista Environmental Chemistry Letters.
Los expertos descubrieron que los microplásticos, normalmente de menos de 100 micrómetros, a veces pueden estirarse hasta 1.500 micrómetros. En particular, los microplásticos más antiguos y ásperos contenían sustancias adicionales como plomo, mercurio y oxígeno en sus superficies, lo que podría facilitar el desarrollo de nubes. Los investigadores enfatizan que esta es un área de estudio reciente y que se necesita más investigación para comprender el alcance total de los efectos de los microplásticos en las nubes y el clima de la Tierra.
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