Tras varios días de ausencias, el diputado perremeista Sergio Moya (Gory), señalado en la denominada Operación Calamar, se presentó en el hemiciclo de la Cámara de Diputados y pidió un turno para defender su honor, asegurando que no existe ni existirá un solo dueño de banca de lotería o deportiva que pueda demostrar que él le haya solicitado dinero ilícito.
En la ponencia leída por el congresista, afirmó que bajo ninguna circunstancia va a permitir que continúen difamándolo a través de la citada investigación judicial.
Sin embargo, manifestó que él cree en el sistema de justicia dominicano y en el rol del Ministerio Público y que “el que nada debe, nada teme”.
El diputado dijo que agotaba un turno en el pleno de la Cámara Baja para referirse a las supuestas infamias que han puesto a circular sobre su persona, a su entender, de forma desconsiderada.
Precisó que tiene 32 años ininterrumpidos teniendo bancas deportivas y que durante los últimos siete años se ha dedicado a la vida política activa.
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